miércoles, 14 de octubre de 2009

A

Pero, mientras yacía en el nido, siempre me dominaba la sensación de estar sobre un tremendo espacio vacío. Nunca lo vi, ni nunca me asomé al borde del nido para verlo; pero temía a aquel espacio que acechaba debajo de mí, amenazándome siempre como si fuera el buche de algún monstruo devorador.


Antes de Adán. Jack London.

Archivo del blog