domingo, 24 de julio de 2011

Fotos

Y de repente un grupo de artistas visuales y de una escritora se volvió un grupo de encueratrices. Pensaron en una noche de café hacer algún dinero con unas fotos producidas por uno de ellos mismos.

En menos de una hora montaron escenografía hecha de telas y decoraciones prehispánicas. Las fotos eran de gran calidad, hechas a fin de cuentas por un artista y un equipo caro. Subieron e el material esa misma noche a una red erótica consultada mundialmente. Para su sopresa en menos de diez minutos ya habían ganado una importante cantidad de dinero.

No más becas, no más clientes insatisfechos, no más editores o curadores, el secreto estaba, sí, como dicen las antiguas sabidurías: en sus cuerpos.

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