sábado, 16 de julio de 2011

Coetzee and the ladies.


Desgracia es un libro desgarrador. Retrata la vejez que no está peleada con el deseo sexual y la parafernalia que implica su realización a esa temida edad sobre todo; por los hombres. Retrata la renuncia a la "comunidad de los justos" sin odio. También la misantropía secreta del escritor. Y lo hace con pinzas y equipo quirúrgico.

Es más de media noche, le digo a C. que lea a Coetzee para matar el insonmnio. J.JL. sugiere que es una lectura para morir del aburrimiento. Radical desacuerdo. Desagracia es una novela completa. Le digo a C. que podemos formular un personaje que sea viejo, horrendo y egomaniaco. Y que en la escena del matadero de perros donde rompe a llorar el original pongamos al nuestro en un matadero de gatos. Aquí el personaje no llora, sigue en una existencia idéntica. No hay catarsis ni cambios, sólo imposibilidades. Es un miserable.

Foe, otra novela del premio nobel sudafricano retrata a Susan Barton. Ella es una lady que esconde a una amazona. Lloroncita pero a la hora de la neta salva a Robinson Crussoe y "libera" al esclavo. Este personaje de Coetzee es notable. La Barton es una mujer completa - pienso-. No es una machorra ni una housewife, ni una feme fatale, tampoco una zorra posmoderna o una desgraciada culposa. Es como muchas mujeres, vulnerable y entera. Coge y es egoísta.
Este es quizá el gesto más vanguardista del escritor: lograr un personaje femenino como Susan Barton.


Más de esta extraordinaria novela, en breve.

Archivo del blog