martes, 25 de mayo de 2010

"el amor"

El amor es la radical aceptación del otro. Es un gesto interior inenarrable. Es lo contrario al estar desolado, al egoísmo.

El egoísta (antítesis del amoroso) desea que el otro sea como él quiere, que el otro sea sólo dentro de él mismo. Incapaz del gesto amoroso espera que lo otro pueda ser absorbido por él. En menor medida de deseo, desea que el otro esté sujeto a un plan previamente trazado, plan que indica cómo es que ese otro debe de ser para ser digno del deseo egoísta. El egoísta siempre resta. El amoroso está abierto, arrojado, para él no hay un debe si no un es. Es un Si.

Por eso la filosofía no puede ser amorosa, por eso el arte habla de una subjetividad rota, por eso el psicoanálisis punza. Son discursos que lindan en la herida del amoroso/egoísta, lo penetran, lo gozan, lo hieren de nuevo, se asoman, lo sanan, lo vuelcan!

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