domingo, 12 de julio de 2009

Recuerdo la primera que me enamoré del trabajo artístico de un hombre y del hombre. Estaba segura que me encontraba ante un genio. No sé si fue en la secundaria o en la prepa; la verdad no recuerdo cuando me pasó por primera vez esta deslumbrante experiencia; una de las que he buscado con mucha fuerza gran parte de mi vida.

Pero recuerdo el momento preciso: Chaplin, interpretado por Robert Downey Jr. Chaplin - Downey tirándose una marometa. Downey- Chaplin manifestándose en la pantalla. Me quedé sin palabras, emocionada, conmocionada. Había esa fuerza, ese ímpetu no eran imaginación mia. Ahí estaba, eso. La genialidad. Existía y yo iba a encontrarla.

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