martes, 20 de enero de 2009

Un clown y un malabarista

Un clown copia las palabras de su clown teacher, depende esencialmente de él y no se dá cuenta. El malabarista critica al clown. El malabarista toma cada paso con una seriedad absoluta, se arriesga por las alturas, juega a la cuerda floja. El clown de tanto reír ya no sabe que no es chistoso. El malabarista llega a cansar con su adrenalina, no sabe darse tregua. Sabe, también cuando termina el acto; el clown lo olvida.

Veamos quien se divierte más, fuera del circo.

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