Ayer seguí reflexionando sobre el tema del género, cuando era más morra devoré toda la teoría feminista, escribí sobre eso, hablaba en la radio del tema en un programa que teníamos en la Universidad Autónoma de Baja California, en mis inicios universitarios era un asunto importante para mi, teórico y con fuertes problemas prácticos. Llegué en términos de teoría hasta el deconstruccionismo feminista. En fin, ayer el tema de discusión en el Centro de Creación Literaria derivó en un asunto de género. Va a sonar mamón pero estoy muy satisfecha pues he logrado cosas que consideraba importantes en mi escritura. He recibido reconocimiento de hombres escritores y mujeres escritoras; de personas que considero importantes y de quienes admiro la obra que han hecho. A los que no les gusta lo que escribo pues es así y ya; no tiene que ver con el género de forma esencial. Creo que a las feministas les debemos esta posibilidad por la lucha que hicieron y por los espacios que abrieron para nosotras las de otra generación.
Pareció molestar pero no me siento víctima de la dominación patriarcal en las Letras. Ojo, en las Letras de mi generación, el contexto social sigue siendo muy complicado, he golpeado a batos en el metro que me quieren tocar, les grito si me gritan, cuando he ido a escribir alguna que otra cosa al Edo. Mex voy cagada del miedo por el índice de violaciones y feminicidios por ver a esa población tan pauperizada, bah! claro que lo sé.
Las feministas desde luego argumentan que esto que digo es un engaño de mi conciencia enajenada, yo por lo pronto no me siento oprimida.
