viernes, 13 de agosto de 2010

Olvidar

Que raro es el olvido. Pensaba decirle a mi padre lo que me pasaba, que pasaría, que pensaría de mi situación pero nada salió de mi garganta.
La respuesta vino de él mismo cuando en su hablar casi incesante llegó a esta historia:
Hacía años -no sé cuantos- él pensaba que se moriría del dolor porque una mujer lo había rechazado, sentía que si no era correspondido por ella el simplemente dejaría de existir. Y así literalmente agonizó durante algunos meses. Primero, me sorprendió su franqueza y segundo me estremeció la posibilidad real de olvidar.

Continuó diciendo que años después la misma mujer se le acercó en Mexicali y lo saludó y él desconcertado tardó algunos momentos en reconocer quien era. Ya no sentía nada, todo era un espejismo. Haber querido así era simplemente ¨una mentira¨.

Eso es olvidar. Caray.

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