domingo, 29 de marzo de 2009


Hoy Domingo recuerdo que le pregunté a G.L. si había leído a Rosario Castellanos. Me dice que no, con cara de "jamás lo haré". G.L escribe una ensayo sobre literatura femenina particularmente gabacha. De las escritoras gringas de vanguardia y Castellanos no me quedo con ninguna.

Y pienso en Castellanos como la clásica mujer mexicana, la sufrida, la doliente, la olvidada sólo que con lecturas de Heidegger. Gulp. Que juicio tan duro.

La forma en que se dedican textos a hombres "ocupados" me abre algunas dudas sobre el lugar de la literatura hecha por mujeres latinoamericanas. Eso pone a las escritoras que pudieron haber sido geniales, como Marcela Serrano en el lugar de lo ínfimo, en la pobreza absoluta.

Castellanos hubiera sido infinitamente más grande, pero parecía aferrada en este proyecto de destrucción del misterio de lo femenino por medio de la autocompasión, del olvido de lo propio.
Y rápido también pienso, la Loca es la figura más coherente que encuentro en todos estos personajes femeninos latinoamericanos en Laura Restrepo por ejemplo.
Hasta aquí las novedades al estilo Sanborn's.

*

Y bien decía Flaubert. Madame Bovary, soy yo.

Archivo del blog