sábado, 14 de febrero de 2009

Estábamos en eso de salvarnos, de María Rivera

Estábamos en eso de salvarnos, estábamos
amargos y oscuros
sobre el caballo del tiempo

Tu no me veías,
debí saberlo. Tu no me veías
zozobrando

Una tarde sembré un brazo de siempreviva
porque estábamos en eso de salvarnos
y yo pensaba en los retoños
con apasionada inocencia,
mientras el mar, su cadena turbulenta,
nos arrojaba entre médanos de niebla.

Era el cielo tendido entre dos mares,
el grito acallado en la garganta
con hirvientes alfileres,

pero estábamos en eso de salvarnos,
porque pensaba "que hermoso sería
salvarse entre dos manos".

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