El coraje que sentí entonces me causó estragos en el cuerpo, pero en ese momento no lo supe. Ya pues, nada trágico, solo así.
Al día siguiente llegué con mi hermana, un amigo y una carta firmada por dos abogados. Parece que fue hace mucho, pero no. Nomás parece.
Agradezco al Dios de la gente chida mientras alguien me cuenta lo que le hicieron ahí mismo, Siete meses sin pago en una escuela estatal, mentiras, engaños. Agradezco ya no estar en esos medios con tan poca clase.
(¿Conciencia de clase?)
Hay una mujer ultraburguesa y un socialista dentro de mí.
Ya no se pelean.
Y así.
Pero bueno, ¿Será que el ahora director tiene aún el poster de Obrador?